Libreto |
El título del post no debe llevar
a engaño, no nos referimos a “buena educación” de Jackson Veyán, que por
supuesto tenía, sino al título de la obra
o mejor dicho a la Exposición cómica en una acto y tres cuadros, escrita
por José Jackson Veyán, y con música de los maestros Rubio y Valverde que se
estrenó la noche del 12 de julio de 1899 en el Teatro Apolo de Madrid.
Poco se ha escrito de la obra, y
salvo el titulo para mí era una desconocida, quizás por que al estrenarse al
final de la temporada teatral, a punto de cerrase el teatro por el veraneo, no
agradase al público de Apolo, que menos de un mes antes había aplaudido otra
obra de Jackson Veyán , “Los arrastrados”. Lo cierto es que al comienzo de la
temporada teatral de 1899/1900 se
rehicieron algunos números y la obra fue más del gusto del público, aunque sin
llegar a un sonoro éxito. Jackson, pese a que conocía donde le apretaba el
zapato , no siempre acertaba.
Hace unos días releyendo obras de
Jackson Veyán, pase un agradable rato
leyéndola y riéndome para mis
adentros. Empezaba a anunciarse un nuevo genero la “sicalipsis”,
el género picante, y Jackson aun no
terminado el siglo XIX ya apuntaba maneras. El argumento de la obra es
sencillo, dos señoritas que viven con su
tía (antigua tiple de teatro aunque no lo sepan) están deseando iniciar una
nueva vida con sus respectivos novios a la sazón de profesión sastre uno y
dependiente de establecimiento de paños otros. A los novios se les ocurre que
se presenten a un concurso
organizado por una “Sociedad
anónima, constituida por varios amigos del bello sexo”: «Dos premios de cinco
mil pesetas y un accésit de mil, á las tres mujeres mejor vestidas.”, como dice
un personaje , “ eso es un decir” «Que mejor dibujen los contornos dentro dé
las buenas formas que exige la buena sociedad.».
Al final a la “exposición” a la que se presentan
montones de señoritas todas ligeras de ropa, y de todo género, desde criadas a
señoras, acuden las hermanas, la tía, y la criada y el enredo está servido.
Teatro Apolo en la calle Alcala de Madrid |
Voy ha dejar sólo unas pinceladas de la obra para poner la miel en los labios: Uno de los personajes más graciosos es un empresario catalán que se cuela en la exposición:
Esposisión
femenina I, ¿Premio á las buenas formas
y no colarse Salustio Valvidrera?
¡Este
no ma conose! Yo tengo un teatro por horas en la Rambla del Sentro, que es lo
más séntrico de Barselona; pero ma faltan tiples que llenen. Porque el que las
tiples canten es lo de menos. La tiples, lo primero que han de ser es visuales,
porque no siendo visuales, no entran por los ojos ni dan dos pesetas en la
taquilla. Para escoger artistas femeninas, el sentímetro, y nada más que el
sentímetro. (saca la cinta métrica.) Treinta de braso. Cuarenta de pantorrilla.
Sesenta de sintura. Y de siento para arriba de sircunferensia torásica. Eso es
una tiple, (se guarda la cinta.) Lo demás es una flauta que suena, pero que no
llena la vista. Para ser empresario se nesesita mucha penetrasión.
Y
con este género chico más, porque no se pueden haser las cosas en grande. Los
libretistas tienen que encoger el asunto y los maestros tienen que haser música
ligera, y aun así resulta pesada. Cuidado que ma cuesta dinero el arrastre de
la música de Madrid á Barselona. Estoy de archivos hasta la
coronilla
de la cabesa. Y eso que yo, soy yo.
¡Y
como yo, no hay más que yol Y luego estrene usted, con las intensiones que se
traen los morenos. El género será chico, pero las gritas son morrocotudas. Yo
creo que el público siempre tiene rasón, porque es el que paga, y cuando grita
es porque tiene pulmones para ello. Yo me río de todas las empresas si se
comparan con la mía, y me río de todos los artistas cólico-líricos, adonde
están los míos. Aquí he estado en Apolo (*).
Y
¿qué es Apolo? Más grande ú más pequeño, un teatro como todos los teatros. Y la
compañía, mejor ó peor, como todas las compañías. ¿Qué son la Brú y la Pino?
Dos tiples y nada más que dos tiples. ¿Qué es el señor Carreras? Un grasioso
que hase reir como todos los grasiosos que tienen grasia. Y ¿quién es don José
Mesejo? Pues otro que tal; porque á mí qué me van ustedes á contar quién es don
José Mesejo... En fin, que no hay empresario como yo, ni artistas como los míos,
ni teatro como el de la Rambla del Sentro en Barselona. He dicho
(*)
En provincias el actor encargado de este papel nombrará el teatro adonde
trabaje, y sustituirá los nombres de estos artistas por los de su compañía,
nombrándose él en lugar de D. José Mesejo.
Posteriormente se encuentra
Salustiano con un grupo de señoritas que se presentan al concurso
SALUSTIO, al foro, y el CORO de
señoras en traje de capricho,
algo al desnudo, que salen por la
derecha. — Timbre dentro
Música
Coro
Llaman de secretaría
y tenemos que pasar.
¡Qué vergüenza, madre míal
¡Qué vergüenza me da entrar!
De formas no estamos
no estamos tan mal.
¡Quiera Dios que nos haga
justicia
el tribunal!
Vamos andando.
Vamos allá.
(Se dirigen por grupos á la
izquierda y Salustio las-
detiene.)
Sal.
Oídme, muchachas,
que os tengo que hablar,
y yo quiero tomar mis medidas
como es natural.
Coro
¡Qué atrocidad!
¿Forma usted parte
del tribunal?
Sal.
Yo soy empresario.
Yo soy catalán
y vengo buscando
coro general.
Coro
no somos coristas.
Sal .
¡No lo habéis de ser!
Para el coro sirve
cualquiera mujer.
Yo os diré las cosas
que debéis saber
y las sircunstansias
que debéis tener.
Prestadme atensión,
y aprendéis la carrera del coro
en una lecsión.
Coro
Ya presto atención,
porque á ser señorita del Coro
le tengo afición.
Sal.
Debéis siempre sonreiros
al salir en el teatro
y moveros coquetonas
en compás de tres por cuatro.
Y ponerse así el dedito
al decir: «¡Lo pensaré!»
Isabel Brú, una de las protagonistas |
cuando se habla de querer.
(Señala el corazón.)
Y mirar con gracia
y malas ideas
a los abonados
de las dos plateas,
y con las caderas
marcar el compás
y sois tan coristas
como las demás.
Coro
Mirando con gracia
y malas ideas
á los abonados
de las dos plateas,
y con la? caderas
marcando el compás
somos tan coristas
como las demás.
Sal.
Hay que colocarse en fila
columpiándose grasiosas,
y poneros siempre en jarras
si sois chulas salerosas.
Y taparse la carita
si la letra es de intensión,
y dar una patadita
si os quejáis de algún bribón.
Y para que os miren
los viejos marrajos
alsarse el vestido
y enseñar los bajos,
y no tener coco
ni miedo jamás
y sois tan coristas
como las demás.
Coro
Para que nos miren
los viejos marrajos
alzar el vestido
y enseñar los bajos.
No teniendo coco
ni miedo jamás
somos tan coristas
como las demás.
Sal .
Si aprendéis discretas
lo que os dije ya
ganáis dos pesetas;,
y luego además...
tenéis el impuesto
de la utilidad.
Coro
Bonito negocio:
¡qué barbaridad!
[Ganar dos pesetas
y luego además...
pagar el impuesto
de la utilidad
Hablado
Sal. Conque, ¿hasemos ó no
hasemos negosio?
Advierto á ustedes que las dos
pesetas son diarias...
Sen. ¡Qué proporción!
TODAS ¡Já, já, já! (Vanse riendo.)
Sal. ¿Se ríen? Estas se desiden.
¡Vaya si se desiden!
(Vase corriendo detrás de ellas.).
Se desenredan todos las
confusiones de la obra y llega la última escena
Toda la obra desde nuestra perspectiva
actual es “políticamente incorrecta”
El fin de fiesta es la última
escena
LOS MISMOS y el CORO DE SEÑORAS,
que sale y se coloca á ambos
lados del foro para no cubrir el
centro
Prud. Van a exhibirse al público
las que han obtenido los premios. (Señala al foro.)
Sal. ¿Pero quedan más mujeres
todavía?
Prud. ¡Las reinas de la fiesta.
¡Mire usted! (se descorren las cortinas del foro y aparecen bajo el dosel, formando
un grupo artístico y muy al desnudo, tres mujeres El cuadro deberá estar
profusamente iluminado, y viese por detrás de una gasa que cubrirá el
rompimiento del foro. Música pianísimo en la orquesta desde la exposición hasta
el final de la obra.)
Tom. iQué desvergüenza!... ¡No
mirar, niñas!
Sal. ¡Me las llevo! ¡Vaya si me
las llevo!...
Cay. ¿De tiples?...
Sal. De figurantas, y el día del
debut carreras en la Rambla del Sentro. (al público.)
Si al terminar la humorada
con lo visto te conformas,
debes darme una palmada
por cubrir Las buenas formas.
(Fuerte en la orquesta y telón.)
FIN DE LA EXPOSICIÓN
Del tenor de la obra quizá más
que en Apolo, de estrenarse en Eslava o Novedades, por el tipo del público al
que iba dirigida habría tenido más éxito. Los espectadores no sabían que era el
comienzo de un nuevo género que iba a triunfar al inicio del siglo XX
No hay comentarios:
Publicar un comentario