Jackson Veyán |
La vinculación de José Jackson
Veyán a Gijón le venía de lejos porque su primera mujer Carmen Álvarez Lafuente
era asturiana y aun nacida en Luanco sus padres residían en la localidad. A los
largo de su vida Jackson Veyán visitó en
diversas ocasiones la ciudad, siendo uno de los defensores, de que se
rindiera un merecido homenaje a la figura de Gaspar
Melchor de Jovellanos con una estatua, y así ya publico unos versos en su
memoria en la Ilustración Española el 15 de enero de 1883 .
En agosto de 1891, Gijón ardía en
fiestas. Se iban a erigir, no una, sino dos estatuas, bien conocidas hoy en día
por todos los gijoneses, la estatua de
Don Pelayo y la estatua de Jovellanos. Y allí se traslada todo el mes Jackson Veyán,
de quien ya sabrán los lectores de este blog era “el perejil de todas las salsas”,
para participar activamente de los fastos.
Jackson Veyán reconvertido en
“reportero” por obra y gracia de sus compañeros del periódico “El Heraldo de
Madrid”, envía puntualmente sus crónicas al periódico, y describe así el
ambiente previo a la inauguración de las estatuas:
“ Toda la carrera que ha de
recorrer la procesión oficial se halla con gallardetes y banderas. La
animación para las fiestas es grande, la
afluencia de forasteros es inmensa, y hoy no se encuentra una cama por un ojo
de la cara.
En los últimos trenes han llegado
Vital Aza, que está a la altura de Pelayo, con pedestal y todo, y los
distinguidos corresponsales del El
liberal y El Imparcial Sres. Arimón y Cantín.
Los trabajos para inaugurar el día
8 la Exposición en el Instituto Jovellanos continúan, y en mis cartas sucesivas
me ocupare detenidamente de los adelantos artísticos, industriales y abriles de
esta laboriosa villa que tan alto coloca si nombre honrando la memoria de
Pelayo y Jovellanos, glorías las más legítimas de este glorioso Principado de Asturias.
Anoche se inauguró, con un suntuoso
baile, el pabellón Muselista, construido en el Paseo de Begoña, saliendo satisfechos
en alto grado las damas y galanes, y hasta las características de
la compañía, vulgo mamás, que
ocupaban un tribuna de honor.
Antonio Vico se muere todas las noches en el Teatro de
los Campos Elíseos, y el público no perdona a Echegaray los asesinatos que comete en la persona del más
ilustre artista de nuestros tiempos. Pero ¡Oh sublimidad del genio! El público
aplaude de entusiasmo a la víctima y
al asesino.
El cielo despejado de nubes,
parece que trata de aguar la fiesta.
El cielo toma muchas veces parte en las fiestas, y caso mañana se vista de gala
con uniforme.
Será un caso raro aquí, donde el
sol viste siempre el traje de campaña.
El acorazado Pelayo llegara mañana; pero hace ya cuatro días que tenemos entre
nosotros a la más hermosa gloria de la Marina.
¡Al ilustre y veterano maestro D.
Emilio Arrieta”.
Acorazado Pelayo |
A las 8 de la mañana del día 5 de
agosto, llega el acorazado Pelayo al Musel, donde le esperaba el gentío desde
las cinco de la mañana saliendo numerosas lanchas a su encuentro.
Posteriormente se celebraría por el Obispo de Oviedo una misa de dirigiéndose posteriormente la comitiva a cuyo
frente se encontraba junto al Alcalde de Gijón el representante de S.M. la
Reina Regente el Conde de Revillagigedo
( hecho éste, criticado por algunos que consideraba que la representación regía
merecía haber sido de mayor grado), celebrándose una misa de campaña, y al son
de la Marcha Real y cañonazos desde la
batería de Santa Catalina, contestados por el acorzado, se destapo
la estatua
en bronce de Don Pelayo , al tiempo que en el acorzado Pelayo se izaba una
hermosa bandera de combate bordada por la Princesa de Asturias, todo ello acompañado
de los distintos discursos vivas al Rey, a la Reina y a España. Nos dice Jackson: “Los años de la fuente que
adorna la base del pedestal derramaron copiosos llanto en memoria del insigne
caudillo, y me retire de allí porque menudeaba el disparo de cohetes y hay que
tener mucho ojo para no perder uno de los dos, como le sucedió a mi buen amigo
Luis Taboada, el más saleroso de los escritores festivos. La festividad de
mañana, que es la verdaderamente absorbe toda la atención, ha perjudicado el
esplendor de la de hoy. Por todos lo escaparates se ven preciosas coronas
dedicadas a Jovellanos, y se preparan palomas y versos para el solemne acto”.
Estatua de Don pelayo. Gijón |
El 6 de agosto, llega el momento
culmen de las fiestas con la inauguración de la estatua de Jovellanos ( sita en
la plaza que conmemora dicha fecha). Así nos lo narra Jackson Veyán: “ El acto
de descubrir hoy la estatua de Jovellanos ha revestido el carácter de una
verdadera solemnidad, y ha demostrado, de manera palpable, cuán grande, y cuán
generoso es el noble sentimiento de gratitud.
La manifestación de hoy habla muy
alto en favor de la villa de Gijón. El pueblo que sabe agradecer, es digno y
honrado, y merece los favores que se le otorguen.
Un cielo esplendido de luz ha
coronado el buen éxito de la fiesta. Entre solemnidad de ayer y la de hoy, ha
habido una gran diferencia.
El ilustre guerrero no despertaba
tanto interés como el sabio tribuno, y el triunfo de la idea ha superado al de
las armas.
Señal de adelantamiento es ésta,
que puede enorgullecer a los gijoneses.
A la nueve de la mañana se
celebraron en la iglesia parroquial las honras fúnebres…A las diez y media se
puso en marcha la comitiva, formando a la cabeza de todas las escuelas de los
concejos, con su correspondiente estandarte cada una, en los cuales se leían
sentidas dedicatorias.
Los niños llevaban en sus manos
ramos de olivo y flores.
¡No puede simbolizarse mejor la
paz y la pureza.
Detrás marchaban las distintas
comisiones que representaban las ciencias, las artes, las armas y la nobleza.
Don Manuel Cañete, docto crítico
y profundo literato, iba representando a la Academia de la lengua.
Don Emilio Arrieta, en su
vulnerable frente llevaba escritas todas las glorias de la música española.
Mis buenos amigos Ramos Carrión y
Vital Aza representaban dignamente al literatura dramática.
Estatua de Jovellanos. Gijón |
Más de cuarenta coronas, de
verdadero gusto y merito artístico, fueron depositadas al pie del monumento, y
al descubrir la estatua, una lluvia de palomas y de poesías casi de toso los
balcones…..
…Descubierta la estatua , la
procesión se dirigió a la casa donde vivió D. Gaspar de Jovellanos, y al arrancar
el lienzo que cubría la lápida conmemorativa D. José Cifuentes Jovellanos, heredero
del insigne estadista, pronuncio un discurso sentido con el alma, y de forma elocuentísima
y arrebatadora, que fue aplaudido con entusiasmo.
Esta tarde se ha dedicado la
mayoría de la gente a visitar el acorazado Pelayo
en lanchas y vapores, haciéndose casi imposible la circulación por las escalas
del hermoso castillo flotante.
Por la noche se han quemado en el
muelle de Fomento unos bonitos juegos de pólvora y los arcos en el puerto y en
el muelle Liquerica lucen con caprichosa iluminación que atrae numerosa
concurrencia…
…Al cerrar esta carta, el teatro
Jovellanos elegantemente decorado para el baile de convite que da el
ayuntamiento, presenta un golpe de vista admirable, bailándose rigodones, en
los que apenas pueden moverse las parejas por la excesiva concurrencia.
La mayoría de los oficiales de la
escuadra, pues hoy ha llegado también el vapor
Alfonso XII, lucen sus uniformes, dando al cuadro calor y vida..
..En resumen: la fiesta de
Jovellanos vivirá largo tiempo en la memoria de los que hemos tenido la honra
de presenciarla, y no cerrare mi carta sin tributar merecidísimos elogios al
incasable sostenedor y Presidente de la Comisión de monumento, al sabio hombre
de ciencia y más entusiasta adorador de las glorias patrias, excelentísimo Sr.
Acisclo Fernández Vallín y Bustillo, que hoy ve realizados sus más fervientes
deseos, no sin grandes sacrificios morales y materiales.
Mi aplauso a Jovellanos y mi
enhorabuena al Sr. Vallín y bustillo. JACKSON”
Teatro de los Campos Eliseos.Gijón |
También el día 8 se estrenó con
gran éxito en el hoy desaparecido Teatro de los Campos Elíseos de Gijón la loa histórica
que había escrito al alimón Ramos Carrión ( autor entre otras de Agua
,Azucarillo y Aguardiente) y Jackson Veyán : “Glorias de Asturias”, apropósito fantástico
y original en un cuadro y en verso escrito expresamente para el eminente actor
Antonio Vico. En el cuadro intervenían sólo tres personajes, un maestro de
escuela interpretado por Vico, que
explicaba a los aldeanos de una cercana aldea de Gijón, ( una joven Carmen Cobeña, y Antonio Perrín), las figuras de Pelayo y Jovellanos. Quisieron los autores que lo recaudado con la impresión del libreto se
destinase íntegramente al Hospital de la caridad de Gijón.
Jackson Veyán permaneció más días
en la localidad , en la que se sucedian bailes, bandas de música en un Paseo de Begoña iluminado de forma novedosa por eletricidad, y exposiciones. Jackson siguió mandado crónica sobre las distintas actividades a las que acudía
. Su faceta de corresponsal del Heraldo no le impidio, dada su conocida profílifica actividad, enviar al Madrid Cómico una “cómico-festiva” entrevista a la estatua
de Pelayo, que se publicó el 22 de agosto y con la que os dejo a continuación:
MADRID COMICO 22 de agosto de 1891
DESDE GIJON
(UNA INTERVÍEW CON PELAYO)
En Gijón conmigo di,
por Pelayo pregunté,
cerca del puerto le vi,
con respeto me acerqué
á la estatua y dije así:
— ¡Ah del caudillo leal
que alzó la cristiana enseña!...
— iQué quieres, simple mortal?
— Que hables desde el pedestal,
si no eres de bronce ó peña.
— Barro he sido y bronce soy,
que con antiguos cañones
mi estatua fundieron hoy;
pero á contestarte voy,
porque me sobran razones.
Habla, que punto por punto
he de ceñirme al asunto
y oirás cosas muy graciosas,
porque me han pasado cosas
que hacen hablar á un difunto.
— ¿Con ese puesto de honor
no te hicieron gran favor?
— ¡No! La fama irreverente,
al subirme en una fuente,
me transformó en aguador.
¡A esto la gloria me trajo!...
—No hay atajo sin trabajo.
— Es que padezco reúma
y, francamente, me abruma
tener el agua debajo.
¡Juro que, como á mi mal
Dios el remedio no ponga,
desde el alto pedestal
doy un saltito mortal
y me vuelvo á Covadonga!
— Clavado estás en tu asiento.
— ¡Tengo el carácter violento,
y, si un día me incomodo,
cargo con el monumento
y me voy con fuente y todo!
— Veo que estás enfadado...
— Mi majestad han hollado,
pues no consiente la ley
que traten á un magistrado
con más respeto que á un rey.
Amigo de don Gaspar,
no le pretendo ultrajar,
pero que le den á él
todo el bombo y el laurel
es ya mucho fastidiar.
Cuando á dos honrar se intenta,
el pueblo lleva la cuenta
de coronas, sí, por Dios:
¡no le da á Pelayo dos
y á Jovellanos cuarenta!
Yo discurro sin encono:
¡si él dió una ley en su abono
y dió de honradez ejemplo,
yo le di á Asturias un trono,
y fe al alma y cruz al templo!
Don Gaspar, mi buen vecino,
que es hombre de mucho tino,
sé que no se metió en eso,
y el laurel á mí, confieso
que no me importa un pepino.
Pero preguntas prudente
y contesto complaciente,
aunque el desaire rae irrita,
pues comprendo que no quita ,
lo cortés á lo valiente.
—
A la intervención pongo tasa,
y
en tus noticias confío
si
es que algo nuevo te pasa.
—
Ya sabe usted, señor mío,
adonde
tiene su casa.
—
Adiós, ilustre guerrero:
molestarle
más no quiero.
—
He tenido un gran placer...
—
Don Pelayo, hasta más ver.
—
Usted mande, caballero.
Él
se quedó en el pilón
sólo
con su indignación,
la
fuente siguió corriendo,
y
yo me marché diciendo:
«¡Pelayo
tiene razón!»
JOSE JACKSON VEYAN.
Fuentes:
Hemeroteca Digital BNE
Hemeroteca de Prensa Histórica
Biblioteca Digital del Principado de Asturias
http://www.asturiasinformacion.com/fotos-antiguas-de-gijon-asturias/
Páginas de Facebook:
1 comentario:
Enhorabuena por la noticia. Apenas es conocida, al menos para mi, así como tampoco el personaje. Es una gratificante la misión la de divulgar con rigor la historia, ya sea local, regional o nacional.
Cordialmente.
O. Moratinos
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