miércoles, 15 de agosto de 2012

HOY, ES LA VIRGEN DE LA PALOMA...

José Jackson Veyán, aunque de origen gaditano vivió durante años en Madrid, y como cualquier madrileño de origen o de adopción era devoto de la Virgen madrileña por excelencia, la Virgen de la Paloma, que celebra sus festividad el 15 de agosto.
En la pagina web de la Parroquia de la Virgen de la Paloma nos cuentan: "
Andrea Isabel Tintero, mujer piadosa que encontró el lienzo de la Virgen de la Paloma y que inició el culto a la misma en su propia casa, era natural de Madrid, estuvo casada y su marido se llamaba Diego Charco. Falleció en Madrid el 30 de octubre de 1813, a los 66 años de edad, y hoy sus restos descansan a los pies de la Virgen, tal y como ella dejó escrito que era su deseo, en el templo construido en el mismo solar donde encontró el lienzo, al lado de donde estuvo su casa, en la calle de la Paloma.
En el informe que hace el marqués de Casa García Postigo, alcalde de Madrid, en 1791, "expediente formado a instancia de Isabel Tintero, Vecina de esta Corte, sobre que se le conceda permiso para construir una Capilla en la Calle de la Paloma, y colocar en ella la Imagen de Ntra. Sra. de la Soledad", podemos leer lo siguiente:
"... resulta que la expresada Isabel Tintero, mujer de Diego Charco, de ejercicio cochero, viendo a principios del año 1787 que unos muchachos llevaran arrastrando como por juguete un lienzo de Ntra. Sra. de la Soledad, lo arrebató de las manos de aquellos, lo hizo retocar y lo colocó en marzo del propio año en el portal de su misma casa, y esmerándose en su culto, le ha promovido con tanto fervor que ha conseguido extender su particular devoción; de modo que se hallan alumbrándola varios faroles y lámpara a expensas de personas de primera clase, además de las muchas velas que la devoción de los fieles la presentan, reconocidos a los singulares beneficios que dicen haber conseguido ellos por intercesión de esta su Poderosa Madre, y en señal de este reconocimiento se ven las paredes de la actual Capillita llenas de presentallas.
"A impulsos de esta devoción se reza el Rosario todas las noches ante esta santa Imagen, cubriendo el Concurso gran parte de la calle..."

La capilla se construyó en 1796 y muy pronto resultó también insuficiente, dado el creciente número de devotos que acudían a venerar a la Virgen. Finalmente se levantó el actual templo, que fue inaugurado en 1912.


Jackson Veyán dedicó a la Virgen de la Paloma, unos versos que publicó en la revista Blanco y Negro de 9 de septiembre de 1899, cuando la imagen se veneraba en la pequeña capilla y posteriormente recopiló en su libro Buñuelos de Viento. Durante años en la Iglesia de la Virgen de la Paloma, estuvieron colgados dichos versos, y así lo recuerda mi madre, que al igual que sus hermanos fué ofrecida a la Virgen de la Paloma. La última vez que estuve nos los ví.

"De la fe madrileña
vivo reflejo,
que entre sombras y nubes
luciente asoma
alla, en un riconcito
del Madrid viejo,
tiene su altar la Virgen 
de la Paloma.

Aunque apartada y triste,
la estrecha calle
no asusta al que en su Virgen
busca consuelo;
que así son los caminos
que desde el valle
entre zarzas y espinas
suben al cielo.

La imagen es tan bella
como sencilla;
el templo es pequeñito,
pobre y austero,
y allí la fe cristiana
radiante brilla,
y allí cabe el cariño
de un pueblo entero.

No es la artística talla
la que se adora,
ni la rica diadema
de luz brillante:
¡Una Madre Divina
que sufre y llora,
 con copia en el lienzo
tiene bastante!

No busca que por rica
se la venere;
que las virgenes huyen
de la riqueza.
¡Cuanto más pobrecitas
más se las quire
y, cuanto más humildes,
más se las reza!

A ofrecerla sus cruces
va allí el soldado
á que bendiga el premio
de sus hazañas;
y allí imploran las madres
su amor sagrado
presentandole al hijo
de sus entrañas.

Allí no existen clases,
rangos ni cunas;
y van con las duquesas
las menestrales.
¡Con un hijo en los brazos
todas son unas!
¡A los pies de la Virgen,
todas iguales!

Jamás niega al que sufre
su inlujo raro;
su imagen es del alma
divino espejo,
y por eso la gente
 busca su amparo
 allá en un rinconcito
del Madrid viejo.

Dicen que obra milagros
y obralos puede,
que el amor, á sus ojos,
piadoso asoma.
¡Todo lo que le pido
me lo concede
y es mi Virgen la Virgen 
de la Paloma¡"


José Jackson Veyán.

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