lunes, 26 de noviembre de 2012

Benlliure, "El Coleo" y Jackson Veyán


Mariano Benlliure
En otras entradas ya he contado la gran amistad que unía al escultor Mariano Benlliure, y su mujer la cantante Lucrecia Arana  con José Jackson Veyán  a los que trataba de “compadres” por ser padrinos de bautismo de algunos de sus hijos. Mariano Benlliure se movía en los mismo círculos artísticos que Jackson Veyán y así es frecuente verles coincidir en banquetes y homenajes . En concreto, Benlliure es unos de los comensales  asistentes al banquete que el Circulo de Bellas Artes ofrece en homenaje a Jackson Veyán por el éxito alcanzado con su obra teatral “La primera medalla”.

Hoy os traigo una historia curiosa  sobre Mariano Benlliure, su grupo escultórico "El Coleo", y  los consiguientes versos de Jackson Veyán

Según  el diccionario de la RAE  uno de los  significados del “colear” es, en las corridas de toros, sujetar la res por la cola, por lo común cuando embiste al picador caído. Y a ello, al “Coleo”, el escultor Marianao Benlliure dedicó uno de sus más famosos grupos escultóricos en bronce a tamaño real.  En mayo de 1911 toda la prensa se hace eco de la presentación del grupo escultórico en la que Benlliure ha trabajado durante más de un año para su presentación en el Pabellón Español de  la Exposición Internacional de Roma en representación de España. La expectación es máxima y la prensa hace mención de las características de grupo: “Benlliure abrigaba el propósito de hacer un grupo en bronce verdaderamente sensacional. Un coleo. Un grupo en el que estuvieren toro, torero, caballo y picador. Una reproducción exacta de ese terrible momento en que el toro, valido de su enorme empuje, ha derribado por tierra al caballero y a la cabalgadura y se dispone a trazar una violenta página de sangre. El torero acude presuroso; expone su vida por salvara la de su compañero, y agarrando fuertemente a la cola del toro, le trae hacia sí, le hace retroceder y le obliga a abandonar el bulto. ¡Un momento de emoción y de angustia! " ( La correspondencia de España de 20/05/1911) .También  se hacen referencias  a las visitas de personajes ilustres al taller madrileño del escultor para contemplar la obra, así por ejemplo la  del Rey  Alfonso XIII , o la  de su madre la Reina Dª María Cristina. Benlliure ante el interés despertado en el público dirige una carta a  los periódicos, anunciado que durante un día  va abrir las puertas de su taller para que cualquier persona interesada pueda acudir a ver la obra antes de su traslado a Roma.

Fot.  de la visita de Dª María Cristina  acompañada del escultor


El 11 de junio de 1911 la revista La Ilustración Española y Americana publica junto a una foto de la visita de su majestad la Reina María Cristiana, acompañada de  Mariano Benlliure   los siguientes versos de Jackson Veyán

A MARIANO BENLLIURE
ANTE EL GRUPO EN BRONCE “EL COLEO”

Español de cuerpo entero,
el grupo vale un tesoro:
El toro hiere al piquero,
colea al toro el torero
y el caballo muerde al toro.

El bronce tiene calor
tiene sangre y tiene entraña.
y el conjunto aterrador
es un mudo…”¡Viva España!”
que da el Arte al escultor.

Es un arranque brutal
de una audacia colosal
¡entre la muerte y la vida,
es la nota más sentida
de la fiesta nacional!.

¡Del toro, mal reprimido,
se oye el ronco resoplido,
y se escucha la pelea
del publico que vocea,
puesto de pie en el tendido!

Al picador, muertecito,
porque no le desampare
se le oye decir bajito:
“No lo suertes, compadrito!...
¡Por la salú de tu mare!”

Y el torero, que colea
al bicho y que forcejea,
se le oye gritar:”¡Ladrón!
¿Quiés no tener mala idea
y no darme tanto tirón?”

Si el Arte es fingimiento
más cerca de la verdad,
tu grupo es un monumento.
¡Es la misma realidad
que fundió en broce el talento!

Cuando el toro se movió
y en la plataforma dió
una vuelta sin querer,
echó la gente a correr
del pánico que le entró.

Eso no es una figura:
es un torazo de Miura,
al que tú has hipnotizado:
El color verde le has dao
y pasa por escultura

Cuando nadie me observaba
le miré con el rabillo
del ojo, y vi que temblaba
de rabia, y vi que brotaba
la sangre por el morillo.

Pero no tengas cuidado,
que soy muy reservado
y, en gracia a nuestra amistad,
no diré que el modelado
es un toro de verdad.

La ilusión es verdadera.
buen Mariano, y ya me veoco
como un loco, en la barrera,
aplaudiendo ese Coleo
de fama imperecedera.

Añade a tu larga lista
esta otra hermosa conquista
¡Cada golpe de cincel
es una hoja de laurel
en tu corona de artista!

¡Maestro, bien te has portado!...
¡soberbia estocada has dado!...
¡Yo dure al presidente
que te dé inmediatamente
la oreja que te has ganado!

JOSÉ JACKSON VEYÁN.

(1)           Estos versos también se recopilaron en el libro de poesías “Buñuelos de Viento”

Benlliure juega con los Infantes de España en su jardin

Tras sus regreso  de Roma la escultura  se colocó en el jardín de la casa palacete , de la calle Abascal de Madrid donde Benlliure tenia su residencia-taller , y donde permaneció  a los largo de los años, y  se mencionan en la prensa la vista de  distintos personajes que se fotografía junto a al estatua, así por ejemplo una representación de presidentes de repúblicas sudamericanas en 1912.


¿Pero, dónde se encuentra “El coleo” hoy en la actualidad?...

En Cuba,  concretamente en el municipio de Güines en la provincia de La Habana,  siendo la única estatua existente en la isla caribeña dedicada al tema del toreo  ( en Cuba no haya  corridas de toros).

Sin embargo la existencia de la estatua en la isla no fue pacifica, según la versión oficialista ( obtenida en consulta de páginas de internet cubanas) : “ El coloso azucarero Amistad, que fuera desde fines del siglo XVIII propiedad de Don Luis de Las Casas y de Joaquín de Ayestarán, ya en las postrimerías del XIX estaba en manos de la geófaga familia de los potentados millonarios de los Gómez Mena.
Amantes de todo lo hispánico, adquirieron en la península al Coleo, y como joya de ostentación la trajeron a Cuba, ubicándola en su residencia de El Vedado, en la capital.
En la década del cincuenta trasladaron la escultura al central, mostrándola frente a la casa de vivienda, pero cuando las fuerzas del Ejército Rebelde lideradas por Fidel se acercaban a la provincia habanera, escondieron al conjunto en una nave eléctrica, pero tras el triunfo revolucionario, los trabajadores la sacaron.
Posteriormente, y tras 1959, cuando iba a celebrarse en la capital un Congreso Internacional, funcionarios de la capital decidieron trasladar la escultura para mostrarla durante el evento, pero pasado algún tiempo todo hacía pensar que por allá quedaría, lo cual provocó que vecinos y trabajadores del batey del central, mediante el sindicato, se dirigieran y solicitaran ayuda, motivo por el que decidieran apelar por el retorno del monumento a su sitio original, ante el entonces Ministro de Industrias, al Guerrillero Heroico, quien solícito tramitó su rápida devolución, correspondiendo así a la voluntad del colectivo laboral.” ( Lic. Abilio González González).
Cuando el autor se refiere al Guerrillero Heroico se refiere al Che Guevara , y así en la página web de  Radio Güines digital se dice “Muchos años después, siendo Che Guevara Ministro de Industria del gobierno revolucionario, una comisión de obreros de la fábrica azucarera, le solicitó reparar una antigua injusticia: restituir el monumento taurino a su sitio originario. El propio Che Guevara realizó la labor y en ceremonia solemne se otorgó la propiedad del monumento a los trabajadores - quizás los más celosos enamorados de la obra de Mariano Benlliure.”.

"El Coleo" en su ubicación actual
Según los cubanos en el exilio en concreto del Circulo Güinero  de  Los Ángeles, la versión difiere un poco: “Dicha obra de arte fue trasladada a Cuba y colocada en la mansión de don Alfonso Gómez Mena en La Habana. Durante la segunda mitad de la década de los años cincuenta, la escultura fue trasladada al central Amistad y situada en una sencilla pero hermosa plaza en el batey, ubicada entre la casa vivienda, las oficinas, la capilla y el ingenio.
En los comienzos de la década de los años sesenta, la barbarie barbuda, en su vano afán de borrar todo rastro de historia y vestigio de un próspero pasado, removió la monumental obra de su pedestal, destinándola a un lugar desconocido. Se rumorea que fue a parar a algún lugar del oriente cubano y, gracias a las gestiones realizadas por ciertos vecinos y obreros del Central, les fue devuelta la escultura, emplazándola, de nuevo, en el sitio que le correspondía “.

Como colofón  reproduciré unas palabras atribuidas a Mariano Benlliure en relación a "El Coleo" : 

"Cuando  pasados los años y acaso ya el progreso
haya terminado con las corridas de toros, esta obra
dará fe, de una de las grandes pasiones de nuestra tierra"


Espero que os haya gustada la historia.

La Ilustración Española y Americana


P.D. Para Olallo, lo prometido es deuda.


No hay comentarios: