viernes, 25 de octubre de 2013

Historia de un cuadro: Ricardo Bernardo y Jackson Veyán



Antes de nada debo de un sincero agradecimiento al Centro de Estudios Montañeses, y en concreto a  D. Francisco Gutiérrez Díaz, autor del extenso artículo “ José Jackson Veyán : un gaditano que se sintió cántabro”, por facilitarme un ejemplar  del nº 75 de la Revista Altamira (2008) ,  en  el que   hace un estudio de la vinculación de Jackson Veyán a las localidades cántabras de Santander y Castro-Urdiales , que recomiendo a los interesados en profundizar sobre este tema, y que me va a permitir  realizar varias entradas a este blog tomado siempre como fuente el citado artículo. 

Jackson Veyán

Pero como siempre situémonos…corre el año 1918, José Jackson Veyán, recién  jubilado como Inspector Regional de Telégrafos, inicia un periplo  por la geografía española  visitando a sus hijos , y así  regresa a su querido Santander donde permanecerá viviendo  durante un año en casa de su hija Pepita, casada con Agustín Sainz Rodríguez, que residía en un hotelito (chalet)  del Paseo Menéndez Pelayo, llamado “Villa Prudencia”. Como siempre,  allá donde reside Jackson participa activamente de la vida social de la localidad.




Ricardo Bernardo  era por aquel entonces  un joven pintor,  quien había  despertado la admiración de sus conciudadanos. Nos dice  Francisco Gutiérrez Díaz: “También fue a mediados de Julio (1918) cuando nuestro comediógrafo, que había visto con auténtica admiración  varios cuadros del joven artista cántabro Ricardo Bernardo-en aquellos días objeto del mayor interés de público y comentarista de prensa a cuenta de la pensión, más bien exigua, que la Diputación le otorgaba para ampliar estudios-y que especialmente, observó con entusiasmo el retrato que había hecho del “comadre” José Estrañi, se decidió a solicitar al notable pintor que inmortalizara sus rasgos. Y no encontró mejor modo de hacerlo que en forma rimada y por vía de letras de molde. Concretamente así:



Ricardo Bernardo Fot.ECURED







CARTA ABIERTA
(Para el insigne pintor montañés don Ricardo Bernardo)


Como expuesto llegué a verle,
que está feo le prevengo
el decirle que no tengo
el gusto de conocerle.
***
Le conozco, sí, señor;
y deseo vivamente
que la pensión se le aumente
al ya famoso pintor.
***
Lo asignado poco es;
muy poco, y bien sabe Dios
que usted merecía dos
pensiones, y mejor tres.
***
La prensa, con razón harta,
lo pide de buena fe;
Y dicho esto le diré
el objeto de esta carta.
***
Aunque yo, en mis largos días,
con el Arte anduve en tratos,
No he tenido más retratos
 que humildes fotografías.
***
En una cámara obscura
L vida real no cabe;
¡una maquina qué sabe
De sentamientos y ternura!
***
Del Arte el divino aliento
al ente mortal delata,
y el pincel copia y retrata
el alma y el pensamiento.
***
Yo por un óleo me afano
porque morir de dolor
sin óleos un viejo autor,
resulta poco cristiano.
***
Si vida en lienzo me dan,
sabrán los tiempos futuros
con detalles más seguros
como era Jackson Veyán
***
Lo admiro como pintor,
y en vivos deseos ardo
de que decore un Bernardo
el despacho de este autor.
***
Aunque en Arte soy muy chico
yo sus grandezas acato
y guardaría el retrato
como el tesoro más rico.
***
Pagar, pagaré con creces;
por cobrar, no tenga miedo,
que pago siempre que puedo,
aunque puedo pocas veces.
***
En casa de Mata vi
Un filosofo, Un paisaje,
Y Una gitana salvaje
que, al verla, me relamí.
***
Obras de arte soberano
merecen digno laurel
y yo le beso el pincel
en vez de besar la mano.
***
¡Que hora para mí tan grata
si veo mi efigie viva
expuesta en la Equitativa
en casa de Pablo Mata
***
Perdóneme lo atrevido
de mi franca petición,
y que la Diputación
le aumente lo consabido.
***
¡Qué gloria para un inglés
de apellido, como yo,
el ver que vida le dio
un artista montañes!

JOSE JACKSON VEYÁN

Santander, 16 de julio de 1918

Como nos indica Francisco Gutiérrez estos versos se publicaron en “El Cantábrico” de 23 de julio de 1918 ( posteriormente en “La Montaña” de la Habana el 14 de septiembre de ese mismo año. El almacén La Equitativa propiedad de D. Pablo Mata expuso con frecuencia pinturas de diversos autores montañeses.

Pues bien  a principios del mes de octubre el cuadro fue concluido por Bernardo Ricardo y expuesto  en el establecimiento de Pablo Mata. Jackson Veyán  se lo agradeció al pintor con otros versos publicados en El Cantábrico el 13 de octubre de 1918. 



MI OTRO YO

¡Señores, qué atrocidad!...
¡es tan grande el parecido
que asusta la realidad!
¡Bernardo me ha concedido
el don de la ubicuidad!
***
Como ese joven artista,
no hay pintor que retrate.
¡Mi efigie salta a la vista,
allí, en un escaparate
de Pablo Mata, el mueblista!
***
¡Que soy yo, no cabe duda
¡Vaya un retrato estupendo!
quien quiera verlo, que acuda;
¡allí estoy yo, sonriendo
a todo el que me saluda!
***
Ayer, una vieja loca,
a quien mi amor disloca
Y que me quiere hasta el hueso
estampo en la luna un beso
queriendo besar mi boca.
***
Mata, mi amigo leal,
Me lo dijo muy formal:
-“¡Es tanta su simpatía
Don José, que el mejor día
van a romperme el cristal!”
***
-“Retire el cuadro mañana…”,
-dije con sonrisa ufana-
-“no quiero hacer padecer
a tanta pobre mujer
delante de su ventana!”.
***
Antes vayan, por favor,
A visitar a este autor,
 que el cuadro tiene que ver
Y es el retrato mejor
que se ha expuesto en Santander.
***
¡Que satisfecho estarás
Buen Bernardo!;me parece
que el premio conseguirás…
¡El retrato se merece
dos o tres pensiones más!
***
A ver la Diputación
lo que hace en esta ocasión
¡Hoy el triunfo te corona,
y si ella no te pensiona
yo te pango la pensión!

JOSE JACKSON VEYAN
Santander,11 de octubre de 1918.

Ricardo Bernardo no debió de conseguir la pensión necesaria porque en las distintas páginas web que hablan de él hacen mención que en esas fechas abandonó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando  http://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_Bernardo, aunque ese abandono pudo deberse en que el aquel año de 1918 comenzó  ha  darse a conocer con diversas exposiciones , en el Ateneo que le dieron reconocimiento.

En cuanto al cuadro….siempre me ha encantado puesto que refleja muy bien a Jackson Veyán, sigue en la familia y en concreto en la rama de las descendientes de  Pepita ( Josefa) Jackson  Pérez, presidiendo desde hace muchísimos años....el salón de la casa de la calle Conde de Romanones de Madrid.

Los asiduos al blog visteis el cuadro en la entrada  dedicada a la reunión de primas Jackson ( o Jackson primada) celebrada   en 2009. Os dejo con alguna de las fotos.



Son , de  izquierda a derecha  Pilar Hernández Jackson , Paloma, Charo y Pilar Sainz Jackson


De  izquierda a derecha  Amalia y Rosa Jackson Cortina (mi madre) ; Paloma, Charo y Pilar Sainz Jackson; y Pilar Hernández Jackson

Sobre la vinculación de Jackson Veyán a Santander podéis ver otras entradas del blog:




1 comentario:

macu dijo...

Hermanita, que bella historia. Esta vez te has superado!!