lunes, 10 de diciembre de 2012

DE ACTUALIDAD: El reporterismo.

José Jackson Veyán

Bajo el titulo “De Actualidad” los que sigáis el blog sabéis que suelo englobar aquellos  fragmentos de obras de Jackson Veyán, sea en verso o en prosa, que se refieren a hechos o narran situaciones, que salvados los años podrían publicarse en el momento actual.  Hoy en día es constante la polémica  alrededor de cierto periodismo, próximo o confundido con el periodismo de “corazón” o rosa, que indaga en aspecto de la vida  de personajes públicos,  que exceden de su faceta pública y son puro “cotilleo”, y creemos que son males de la sociedad moderna… pero que equivocados estamos


Hoy  os dejo con un artículo de  José Jackson Veyán incluido  junto a otros en su libro “Prosa Vil”, a finales del Siglo XIX ( hacia 1890), en este caso no he localizado el periódico o revista concreta donde se publicó:

“REPORTERISMO

El afán de saber y contarle al público todo lo que no le importa, constituye hoy una plaga que amenaza constantemente el secreto del hogar y la paz de la familia.
No bastan al reporter los datos políticos, científicos o literarios del ministro H…, del sabio J… o del autor K…, sino que, traspasando, a mi juicio, los limites de la prudencia, pretenden conocer los detalles íntimos de la vida privada, que suelen tener más de ridículos que de interesantes.       
Yo concedo la prensa todas las libertades, menos la de meterse en lo que no le importa y contar a su lectores si el ministro tiene sabañones, si el sabio juega al toro con sus chiquillos, o si al literato le gustan mucho las judías estofadas por la hojita de laurel que adereza el guiso.
“¿A qué hora acostumbra usted a levantarse?” “¿Bebe usted vino en las comidas?””¿Cuántos besos acostumbra usted a darle a su esposa por semanas?”.
Estas son las preguntas diarias que hacen a todos los hombres eminentes esos chicos de la prensa que se cuelan por el ojo de una aguja.
Hoy sabemos todos las camisas de dormir y las enaguas bordadas que tiene la Marquesa de X… dos meses antes de que se case con el Barón de Z…
La polilla indagadora no respeta armarios ni cómodas, y hace una reseña de ropa interior con el descaro del mundo.
Medias, veinticinco ( Hay un par descabalado).
Cubrecorsés, catorce. ( Seis nuevos, cuatro a medio uso y cuatro incapaces de cubrir nada.)
Pantalones, diez y ocho. ( Seis de hilo y doce de algodón barato.)
Pañuelos, cuarenta y ocho. (Treinta y cinco  con cifra y corona bordadas, y trece con zurcidos muy disimulados.)
Estos, más que la lista del trousseau, parece la lista de la lavandera.
La alcoba nupcial es registrada y descrita antes de la boda, y se entera la gente de que la mesilla de noche parece de nogal, pero que es de pio, chapeada, y de que la cama de matrimonio, es de madera tallada, pero de poco resistencia.
Conocidos estos detalles, ¿con cuánta intranquilidad no buscará descanso el pobre marido?
Hay noticias que pueden influir poderosamente en los destinos del hombre y de la mujer.
¡Qué sobresaltos, acordándose entre sueños de las torneadas cuanto endebles patas del lecho!
Ahí tienen ustedes al reporterismo cohibiendo aun recién casado toda la noche!
Convengamos en que hoy se dice más de los que debiera decirse, y se cuentan muchas cosas que maldito si vienen a cuento.
En la prensa francesa he leído, con ayuda del diccionario, porque no domino el francés, noticias estupendas acerca de hombres eminentes. Detalles íntimos que ponen que ponen los pelos de punta.
A Renán le gustaba el café con mucha leche, y odiaba el  queso, sin embargo.
A Zola le encantan las gatas, y aborrece a muerte a los gatos.
¡Arcanos misteriosos del corazón de los genios, que llenarán de inquietudes a las generaciones venideras!
Si un reporter no hubiese registrado la cocina y otro no hubiese reparado en el sexo felino, nada sabríamos acerca del café con leche de Renán, ni de las afecciones gatunas de Zola.
Sin la moderna inquisición periodística, ignoraríamos que lord Palmerston usa cuellos postizos, y que Pidal y Mon se baña los pies en agua  antes de comer.
Los derechos individuales conquistados por el pensamiento libre son un mito en las actuales circunstancias.
Un noticiero allana el domicilio del cualquiera sin mandamiento del juez: toma declaración a un inocente del crimen de la celebridad, y lo condena a la vergüenza pública, declarando los gastos de oficio.
“Donde menos se piensa salta un reporter
Hay que enmendar el antiguo proverbio.
Ya pueden las eminencias decorar bien sus despachos, porque están de moda los fotograbados en los semanarios con monos.
Está Castelar escribiendo un artículo sobre la republica posible, y catate al reporter que lo ha enfocado con la maquinilla fotográfica, y le ha sacado una negativa en el propio instante en que estaba el eminente orador rascándose la oreja izquierda.
Y después del correspondiente grabadito, véase la lista de objetos que adornan los despachos.
“sobre roja panoplia, una espada que no pincha ni corta ( que bien pudiera ser de la ley o la de Bernardo).
Un puñal que no es el del Godo, ni mucho menos.
Un rifle americano, que dispara proyectiles. Dos sables de madera, y otras armas blancas, que seria prolijo enumerar.
Dos jaulas ocupan los huecos de los balcones; una grande de de hoja de lata, con un loro verde esperanza que recita a todas horas la Constitución del 69, y otra pequeña y dorada, que encierra un pobre mirlo que se pasa la vida silbándola” Marcha Real”.
No perdonan detalle digno de publicidad, y averiguan si el papel es de hilo o de algodón, y si las plumas son de ave o de acero, lo cual es muy importante para poder apreciar la calidad de los escritos.
El verdadero reporter no respeta lugar ni perdona ocasión.
A Cánovas lo detiene en los pasillo del Congreso para preguntarle si esta vacunado, y si recuerda el día en que rompió a hablar; y a Sagasta lo visitan en la Presidencia para que diga la fecha en que echo el primer diente y el día en que se estrenó su uniforme de miliciano.
También hay biógrafos a domicilio, que van pidiendo datos por las casas
Estos suelen concluir siempre por pedir dinero, que es el dato más interesante.
Pero la nota más cursi de esta afán de publicidad es la de las “Declaraciones íntimas”.
Acaban de dejarme sobre la mesa un interrogatorio impreso, y me despido de ustedes contestando a las majaderías que me preguntan.
Rasgo principal de mi carácter: El humorismo.
Cualidad que prefiero en un hombre: Que lo sea.
Cualidad que prefiero en la mujer: La condescendencia.
Mi principal defecto: Todos son principales.
Ocupación que prefiero: Jugar al tresillo.
Mi sueño dorado: 500 representaciones.
……..

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