jueves, 20 de diciembre de 2012

Jackson Veyán y la Loteria de Navidad


Se aproxima el 22 de diciembre y ya estamos todos pensando en la lotería de Navidad. Un año más aunque nos hayamos hecho promesa de no comprar la maldita  lotería “ que nunca toca”, nos dejamos imbuir por el entusiasmo que manifiestan los que están alrededor y tenemos que comprar no vaya ser que les toque a los de nuestra oficina y a nosotros no, o a los del café donde vamos habitualmente…. Infaliblemente el día 23 de diciembre, tras comprobar  que tampoco nos ha tocado la pedrea, para recuperarnos un poco  de lo invertido, pensamos que por lo menos tenemos “salud”, y nos metemos de lleno en “las festividades navideñas” , quince días de fiestas, comilonas, gastos y regalos antes de enfilar la cuesta de enero mientras en nuestro fuero interno nos prometemos  hacer propósito de enmienda y no gastarnos tanto en lotería al año siguiente… Si leemos los diarios de finales del Siglo XIX vemos que esto son “males” que nos acompañan de lejos. Ahora bien, peor que no te toque la lotería, es creer que te ha tocado para luego darte cuenta  de que todas tus ilusiones se han esfumado. 

Tras el sorteo de Lotería Navidad de 1890  corre el rumor por Madrid, que el tercer premio,  de la lotería, el último en salir y  agraciado con la nada desdeñable cantidad de “un millón de pesetas” ha sido adquirido por la oficinas de la Central de Telégrafos ; un periódico serio como el Liberal  de 24 de diciembre de 1890  se hace eco de la noticia:  “…El premio tercero fue de los últimos que salieron del bombo. Este billete fue adquirido en las oficina central de Telégrafos entre cuyos empleados se repartirá el millón de pesetas que corresponde”, noticia  que es también recogida al día siguiente pro el diario La Dinastía de Barcelona. Otros periódicos sin embargo deshacen el entuerto: “El Tercer premio, que con ser tercero vale, un millón de pesetas, dijosé que había sido adquirido en la Central de Telégrafos, pero desgraciadamente para la Central no es exacto.” El Imparcial y el Coreo Militar de 24 de diciembre de 1890.

José Jackson Veyán  que en aquel entonces está destinado en la Central de Telégrafos donde supuestamente había recaído el premio no puede dejar pasar la ocasión . y así la Revista de Telégrafos de febrero de 1891  señala:
“reproduciendo la siguiente composición de nuestro compañero que ha visto la luz en el Madrid Cómico y que se refiere a la falsa noticia que circuló en Madrid el día de Noche Buena de haber tocado a la Central de Telégrafos un premio de un millón de pesetas, de la lotería de Navidad.
Es muy graciosa con este motivo la composición  siguiente, que le Sr. Jackson dirige a los reporters de periódicos  que dieron la noticia:



 EL MILLÓN DE PESETAS


Apreciables noticieros,
Ved lo que habéis de decir:
¡con las prensa de vestir
no se juega, caballeros!
Que obtengan vuestras preguntas
noticias siempre concretas,
porque un millón de pesetas
son muchas pesetas juntas.
Ya no doy autoridad
a las noticias que leo
desde el último sorteo
del día de Navidad.
No pienso salir de apuros
con la suerte peregrina,
y jugaba en la oficina
de Telégrafos dos duros.
Llega el veintitrés, y encuentro
 esta noticia formal:
“¡Tercer premio, al personal
de Telégrafos del Centro!”
¡No me lo creo aunque lo vea!
¿Telégrafos tal bicoca?...
¡Quiá! Lo que siempre nos toca
es bailar con la más fea.
¿Premios a nosotros?...¡No!
Nadie se acuerda del gremio.
Vuelvo a leer…”Este premio
fue el último que salió”
Yo, temblando de ansiedad,
al ver que los diarios formales
daban pelos y señales
me dije:¡Pues es verdad!
y saltando de alegría,
pensé, en lagrima bañado:
“¡Dios mío, te has acordado
de Telégrafos un día!”
Levanto en alto un chiquillo,
lo abrazo con tierno amor,
doy un beso al aguador
que entraba por el pasillo.
¡Como cambia en una hora
de mi hogar la suerte negra!
¡Qué simpática mi suegra,
y que guapa mi señora!
Me siento a la mesa, y…¡zas!
rasgo el blanco manuscrito,
diciéndome muy bajito:
“¡Tostado, no escribas más!”
Enristro la negra pluma
y  ¡lo que es enriquecer!...
Nada ¡que no supe hacer
resta, división ni suma ¡
De discurrir no hallé el modo,
y perdí el cálculo entero.
El pensar ”Tengo dinero”
me puso bruto del todo.
Al Gabinete Central
corro, buscando noticias
y ninguno me da albricias
por el premio colosal
Se echan, al verme , a reír
“Premio, ¿quién en ello piensa?
¡Eso lo ha dicho la prensa
o por chunga , o por decir!”
…………………….
………………………..
Y yo digo  “Noticieros
no publiquéis cuchufletas
¡Con un millón de pesetas
no se juega, caballeros!”

El Oficial primero de Telégrafos
JOSÉ JACKSON VEYÁN

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