Última fotografía conocida de Jacskon Veyán |
A las dieciséis horas del 31 de
mayo de 1935, hace hoy 78 años, fallecía en un hotelito ( lo que hoy conocemos
como chalet) del nº 10 de la desaparecida calle de Rodón en el barrio de Metropolitano de Madrid, José Jackson
Veyán , a la venerable edad para aquella época de 83 años ( en realidad los hubiera cumplido tres días más tarde , el
2 de junio), lo que parecía un rasgo de
familia pues su madre Dolores Veyán había fallecido a la misma edad. La causa
de la muerte según se certifico era Uremia , y en la familia se sabe que padeció una septicemia generalizada porque días
antes se había pinchado con un rosal de su jardín.
Los periódicos madrileños ( El heraldo
de Madrid, El Sol, La Voz, la Época, ABC…) se hicieron eco de la noticia , así
como los de provincias ,pero no con la importancia
o trascendencia que la noticia habría alcanzado en sus años de
triunfo; a su entierro en el cementerio de la Almudena, acudieron familiares,
amigos, representes de los autores y del cuerpo de Telégrafos. Jackson Veyán
era el decano de los autores teatrales, y muchos de sus compañeros y amigos ya habían
fallecido. Se encontraba ya muy alejado de los teatros, aunque seguían reponiéndose
con éxito obras suyas y sus colaboraciones poéticas en las revistas eran ya muy
escasas. Serrano Anguita que en 1952, para conmemorar el centenario de su
nacimiento le dedico un bonito artículo, concluía: “ A todos los hijos los saco
adelante y llegó a la vejez pobre y sin ánimos. Empezaron los desvíos, los
desengaños, tal vez las ingratitudes, hasta que murió oscura y silenciosamente.
Por eso con motivo de su centenario conviene presentar a Jackson Veyán como
ejemplo y lección para los reyes del trimestre. No se envidie a ninguno de
ellos que todos pueden perder la soberanía y hundirse en el olvido, cuando no
en la miseria, y serán muy pocos los que escapen a sus rigores”.
Precisamente sacar a Jackson
Veyán del que creo , su injusto olvido, ha sido siempre uno de mis objetivos y
una de las razones de este blog.
Os dejo con una interesante necrológica
de la figura de Jackson Veyán que curiosamente se publicó en un periódico federalista
y republicano de Girona
D. JOSÉ JACKSON VEYÁN
HA MUERTO UN NOTABLE POETA Y
FECUNDO AUTOR CÓMICO
El domingo último falleció en
Madrid, a los ochenta y cuatro años de edad, el que había sido popular autor
cómico y poeta. Así dan la noticia, con unas cuantas líneas más, escasas,
aquellos periódicos. Realmente, ese escritor estaba hacía mucho tiempo
enterrado en lo más hondo de sus recuerdos. Ni frecuentaba los saloncillos, y apenas
salía de su casa; la edad , avanzadísima le vencía.
Seguramente, la nueva generación
, la postgerrista, hasta ella no ha llegado, perdido ya en los grises de la
lejanía, el antecedente popular del aura que tanto favoreció al graciosísimo
poeta desaparecido, o en su estado de indiferencia como dicen algunos
extranjeros.
Jackson y Manolito Ceballos en el jardín de su casa |
José Jackson Veyán, abasteció y
nutrió desde el 1871 a los escenarios donde lo alegre y lo frívolo formaban maridaje
o adherencia con lo áspero y escabrosillo, pero sin llegar nunca, desde luego, a
lo francamente pornográfico. Quizás a esa chusma fracasada e indocumentada de
autores incomprendidos le parezca lo contrario, más si conocieran el trabajo
total de Jackson, hubieran podido leer como Hartzenbusch, en un prólogo, por
mejor decir, en una carta a aquél dirigida escribe: “Es usted persona de
ingenio clarísimo y de buen juicio”. Y esto lleva la fecha del día 21 de julio
de 1873. Y Federico Balart, en 1894, hace la siguiente declaración: “ Los versos
de usted, amigo Jackson, pueden andar por el mundo sin ayo ni fiador”.
¿Y que quieren decir esas dos
cartas de esos dos hombres peeminentes del Parnaso? Pues claramente que Jackson
Veyán era, antes que el futuro autor de “ La gatita blanca”, un poeta
sentimental, denso y de feliz numen. Pero como con la vida hay que batirse a
ganar o perder, ya que ella no deja de acecharnos cautelosamente un solo
momento, el jocoso escritor no tuvo otro remedio que pactar con el género chico
y con el ínfimo, entregándole su musa a cambio de aquellos saneados trimestres
que le proporcionaban las taquillas benefactoras. Hasta doce y catorce hijos
sentaba el autor de ¡Al agua patos! a su mesa. Y fue prolífico en todo. En
chiquillos y en obras. ¡y había que vivir! Ya lo decía él:
“Gracias a que tengo una
lira rota,
que suena a guitarro de
esos de Aragón
y ciego del Arte, cantando
la jota
me pagan con creces mi
pobre canción.
Mi constancia es larga s
larga,
si mi ciencia es corta.
Yo soy una hormiga,
no un autor
¿Qué el arte se muere?
a mí que me importa
¡Que luche el llamado a
ser redentor!
si yo no tuviera más que
mi destino,
como con la paga no hay
para empezar
me hubiera, hace tiempo
echado al camino
pues para los hijos no es
crimen robar”
Y en otra poesía, como remate de unas estrofas
escribió:
¡Que no les falta nunca
pan a mis hijos!
¡Esa es toda la gloria
que voy buscando!
Martínez Sierra, o su esposa, que lo ignoramos, ha
dicho que “la vida de Jackson Veyán es la mejor de sus obras”, y no van
descaminados los autores, el que firma y la señora que elegantemente se
suprime, de “Canción de cuna”.
“Allá va eso¡”, y Buñuelos de Viento”, entre otros
, son los más difundidos versos que ofreció a la voracidad de sus lectores el
aplaudido escritor. Y ambos tiene una culminación en la gracia, en el mejor humor y en el
chiste siempre afortunado. La inspiración es veloz, como aspas de molino
giratorias constantemente. Y el consonante salta alcanzado por cientos de ellos
que le van a la zaga. Algunos envidiosillos le llamaban “el rey del ripio”.
Abarcaba todos los metros y todas las rimas y era fastuoso en la cantidad.
“Galano en el romance,
en fábula discreto;
Humilde en el idilio,
sublime en el soneto”
Fue don José funcionario del Cuerpo de Telégrafos,
y decía:
“Llegé al final del
invierno,
y hago versos, y no malos
y, según dice el tío
Cuerno
soy jefe de los palos
de los hilos del
Gobierno”.
Compuso y estrenó más de doscientas obras con
éxito indudable el veterano autor nacido en Cádiz.
“Fue Cádiz mi cuna; la
suerte lo quiso
¡Tácita de plata bañada de
luz!
y, siendo de Cádiz, no
juzgo preciso
decirles a ustedes que soy
andaluz”
El amor a sus hijos tan grande e intenso fue como su amor al
trabajo, a la faena de todo momento; por eso trabajaba mucho porque los quería más.
Oídle:
De una “Carta a un egoísta”:
“Trabajar y sonreír
luchando con escasez!
¡Tú no sabes discurrir
lo dulce que es repartir
un panecillo entre diez!
Por ellos mi fe gigante
ni desmaya ni decrece:
Por ellos me amanece
con las cuartillas
delante”
Regateamos demasiado espacio en los periódicos
para que puedan escribiese minuciosamente cuanto merece la figura literaria de
don José Jackson Veyán ; pero sirva los trazos delineados para que el lector
benévolo se dé cuenta por aquellos de que a un gigante se le conoce por un solo
dedo
E.
MOYRON
Publicado en L´AUTONOMISTA diari federalista
republicá i d´a visos i notícies . Girona 4 de junio de 1935.
Ojo, cuando escribí esta entrada estaba muy cansada y puse que Jackson cumpliría los años el 2 de junio, cuando lo cierto es que nació , como podeis ver en la primera entrada del blog el 6 de julio de 1852. ¡Gracias a Carlos Figueroa!, por advertir el error
Ojo, cuando escribí esta entrada estaba muy cansada y puse que Jackson cumpliría los años el 2 de junio, cuando lo cierto es que nació , como podeis ver en la primera entrada del blog el 6 de julio de 1852. ¡Gracias a Carlos Figueroa!, por advertir el error
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