viernes, 19 de diciembre de 2008

Jackson Veyán y Arganda del Rey




Jackson Veyán estuvo destinado en Telégrafos de Arganda del Rey desde 1886 a 1889 , y allí se estableció al poco de casarse con su segunda mujer Amalia, fijando se residencia en la calle de la Poza nº 2. En ese periodo vinieron al mundo los primeros cuatro hijos de este segundo matrimonio: Josefa, Ángela, Gloría y Luís. Su actividad teatral es incesante, aprovechando la proximidad a Madrid. En aquella época Arganda era una villa famosa por sus vinos, y Jackson en el año 1888 escribe influenciado por su residencia en la localidad “El cosechero de Arganda”, disparate cómico lírico en un acto y prosa, estenada en el Teatro Recoletos de Madrid , el 19 de junio. Sin perjuicio de dedicar versos a la Virgen de la Soledad, patrona de Arganda, es habitual en sus colaboraciones en revistas que realice referencias a su residencia en Arganda. Se reproduce uno de sus versos publicados en Madrid Cómico el 30 de abril de 1887 y en los que alude a los dos signos más distintivos de Arganda de finales del siglo XIX, su famoso tren ( de ahí el dicho “el tren de Arganda que pita más que anda” y el vino), anticipandose a las campañas publicitarias en busca del turismo.

DE MADRID A ARGANDA

(Viaje barato EN FERROCARRIL económico)

Arganda, villa sin par,
extiende su población
á dos leguas de Chichón
y otras dos de Colmenar.

Es claro y hermoso el cielo,
tiene la gente buen trato,
y está el vino muy barato…
lo cual siempre es un consuelo.

Es villa de buena ley
con visos de capital,
y casi sitio real
porque es Arganda del Rey.

Aquí se puede admirar
la belleza del paisaje…
Antaño se hacia el viaje
en coche sin descansar.

Mal la carretera anda,
Y, entre Madrid y Vallecas,
echaba uno las mantecas
antes de llegar a Arganda.

Hoy gracias á Dios , nos vemos
libres del coche incivil.

Hoy hay un ferrocarril
que no nos lo merecemos.

Ferrocarril que hoy en día
todo viajero aprovecha,
y, aunque su vía es estrecha
vale más que una gran vía.

Mirando por vuestro bien
á dar detalles me ciño.
junto al Hospital del Niño
Jesús, os aguarda el tren.

Del Buen Retiro, detrás
encontrareis la estación;
se llega á esta población
en hora y cuarto no más.

Si la urgencia es perentoria,
y no podéis ir á pie
tomáis el ómnibus de
la calle de la Victoria.

Allí hay despacho central,
¡Caballeros, al derroche¡
¡Por seis reales tren y coche¡
¡Al barato sin igual¡

Aquí se alivian los males
Bebiendo vino sin tino.

¡A Arganda á beber buen vino¡
¡Va la arroba á trece reales¡

Aquí, entre viñas y flores,
hallareis dicha completa.
¡Aquí, por media peseta
la gran pitita señores¡

Que vengáis mi afán demanda,
¡el beber no me da miedo,
pero yo solo no puedo
con todo el vino de Arganda¡

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